Los Realejos recoge en un inventario, libreto divulgativo y documental la arquitectura tradicional de los pajares.
El estudio de campo con entrevistas a vecinos y vecinas de las medianías ha geolocalizado hasta 35 construcciones de techumbre vegetal en el municipio.
El alcalde de Los Realejos, Adolfo González, junto a la concejala de Patrimonio Histórico, Isabel Socorro, y la técnica especialista de Cultania (Gestión Integral de la Cultura y el Patrimonio Histórico) Yaiza González Hernández, presentó el libreto divulgativo ‘Los pajares de Los Realejos’, del que se han editado inicialmente 500 ejemplares, parte de un proyecto integral de estudio de estas construcciones de techumbre vegetal representativas de la arquitectura tradicional canaria hasta mediados del siglo XX y que, igual que en otras localidades de la isla de Tenerife, también tuvo un papel relevante en la historia de este municipio.
“El estudio recoge además en un inventario hasta 35 pajares o “pajales”, como también se les ha conocido a lo largo de la historia núcleos rurales de Los Realejos, de los que se ofrece información geolocalizada basada en los testimonios de vecinos y vecinas, principalmente de avanzada edad, a quienes se ha entrevistado y han ofrecido detalles de especial interés sobre estas construcciones, ya que muchas de ellas no existen a día de hoy, encontrándose en distintos estados de conservación”, detalló Yaiza González.
Adolfo González mostró su “agradecimiento y admiración hacia Yaiza González y su equipo de colaboradores, y a quienes, de una manera u otra, han estado detrás de este proyecto investigador, pues es un nuevo trabajo que pone blanco sobre negro en esa otra parte de la historia rural de Los Realejos que, de otro modo, pasaría al olvido, ya que afortunadamente hemos llegado a tiempo para hacer estas entrevistas a testigos directos de esa época, para obtener una memoria fiel y recoger y documentar la importancia que estas construcciones de uso doméstico y agrario tuvieron especialmente hasta los años 40 y 50 del pasado siglo”.
Yaiza González destacó que “ha sido la memoria colectiva de personas de estos lugares, principalmente tanto de la zona de Icod el Alto, como de los entornos de La Cruz del Castaño, Las Llanadas, Palo Blanco, La Ferruja, Hoya de Pablo o Lomo de La Viuda, incluso en cotas más bajas como Tigaiga, lo que nos ha facilitado este ejercicio de estudio que hoy nos permite conservar conocimientos de gran interés patrimonial, como pueden ser las labores agrarias destinadas a obtener los materiales del entorno y los procedimientos artesanales propicios para construir este tipo de edificaciones”.
“Con el fin de contribuir a la divulgación sobre la importancia de los pajares en Los Realejos y hacer los resultados de esta investigación más accesibles a la ciudadanía en general, el proyecto contempla además la producción de un documental audiovisual, que mostrará muchos de esos testimonios, así como las localizaciones y tipos de construcción, un trabajo que verá la luz previsiblemente en el próximo mes de septiembre”, avanzó Adolfo González.
Yaiza González agradeció no sólo a todas esas familias que han ofrecido sus testimonios, sino, entre otros, al antiguo guardamontes municipal, Saturnino Hernández, al fotógrafo local Isidro Felipe Acosta o al historiador e investigador realejero Manuel Jesús Hernández, por el apoyo prestado, cada uno en su materia, para ahondar en este estudio.
Isabel Socorro indicó que “el equipo de Cultania vuelve a dejar su sello en el patrimonio cultural realejero, contribuyendo con sus investigaciones y tarea divulgativa a conservar y difundir su conocimiento, tal y como hicieron en los últimos años con las dos guías ‘La cultura del cereal en Los Realejos’ y ‘La cultura de las papas antiguas en Los Realejos’, que hoy son publicaciones de referencia sobre estos cultivos ancestrales y que han marcado decisivamente la historia de este municipio”.
Vestigios de pajares realejeros
Gracias a los trabajos de investigación promovidos por la Concejalía de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Los Realejos, hoy en día sabemos que existen, al menos treinta y cinco pajares en distintos estados de conservación a lo largo del municipio.
Aunque la mayoría de los estudiados en este proyecto investigador no conservan la techumbre vegetal, los restos hallados ofrecen información de gran interés, por ejemplo:
- Los utilizados como cuadras para animales podían tener una pequeña ventana ubicada en uno de sus muros de piedra
- El pavimento interior podía ser empedrado o de tierra apisonada
- Los muros podían estar revestidos con una mezcla de cal y arena colocada sobre una capa de barro
- Lo más habitual es que tuvieran una única puerta de acceso