La Asociación Cultural Pinolere edita la obra que recoge en fotografía más de un centenar de festividades de la comarca.

 

El Norte de Tenerife guarda importantes manifestaciones festivas que forman parte de un patrimonio forjado a lo largo de siglos, una herencia, que pese al tiempo transcurrido y a los vaivenes que han significado la introducción de nuevas modas, ha llegado viva a nuestros días gracias a la implicación y al trabajo de muchas generaciones de tinerfeños.

Este jueves 20 de diciembre fue presentado el libro ‘Fiestas Tradicionales en el Norte de Tenerife’, trabajo fotográfico del realejero Isidro Felipe Acosta, que pretende poner en valor este rico acervo cultural y sobre todo rendir homenaje a los hombres y mujeres que con su esfuerzo no sólo han conseguido su salvaguarda, sino que además han posibilitado su enriquecimiento con nuevas aportaciones.

Con 264 páginas y cerca de 300 fotografías a todo color, está editado por la Asociación Cultural Pinolere, Premio Canarias de Cultura Popular 2006, y recoge más de un centenar de festividades que van desde el Auto de los Reyes de Magos de Tejina de cada 5 de enero hasta el Baile del Niño que se desarrolla cada 24 de diciembre en La Matanza de Acentejo y en el núcleo de Ravelo en El Sauzal.

En la presentación, desarrollada en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Los Realejos, intervino la historiadora y etnomusicóloga Carmen Nieves Luis García, directora del proyecto musical ‘Los Alzados’ y Premio Canarias de Cultura Popular 2012, además de Rafael C. Gómez León, director de la revista ‘El Pajar. Cuaderno de Etnografía Canaria’ y miembro de la Asociación Cultural Pinolere, y el alcalde de Los Realejos, Manuel Domínguez.

Según el autor de la obra, “no creo que exista en el mundo ningún territorio que encierre en apenas 80 kilómetros, los que separan las puntas de Teno y del Hidalgo, tanta variedad de fiestas tradicionales, pero a pesar de lo minúsculo de esta superficie insular, aún muchos ciudadanos desconocen gran parte de este Patrimonio Cultural Inmaterial, y eso que en la última década, en plena era de internet, las redes sociales han sido una herramienta esencial como medio de comunicación y transmisión de las mismas”. Agrega que “lo recogido en esta publicación es sólo una parte de esas expresiones populares que integran un legado de cuya pervivencia todos somos responsables”.

Para la historiadora y etnomusicóloga Carmen Nieves Luis García, “en esta obra, el contenido documental se conjuga, de forma admirable, con su alta calidad artística, que, en algunas de las fotografías, llega a ser realmente espectacular. Su autor la convierte así en el mejor homenaje para todos sus protagonistas y, al mismo tiempo, para cuantas personas trabajan cada año incansablemente para celebrar sus fiestas, por lo cual también en ella se sienten representadas. Para ellos y, en general, para todos los canarios, esta obra es un producto cultural de alta calidad documental y artística, pues las fiestas forman una parte muy importante de nuestra historia y, por consiguiente, de nuestra cultura canaria”.

Rafael C. Gómez León destaca que “muchas han sido las apuestas que la Asociación Cultural Pinolere ha realizado en los últimos años, entre ellos la de crear espacios para el debate, foros de estudio, jornadas de divulgación, congresos, becas de investigación sobre nuestro patrimonio y numerosas publicaciones, entre las que destaca la revista ‘El Pajar. Cuaderno de Etnografía Canaria’, o la edición de diferentes colecciones de libros que han intentado dar luz a muchos trabajos de investigación que dormían, durante años, en las vetustas gavetas de esas cómodas heredadas de nuestros abuelos y abuelas”.

“Estas últimas palabras nos sirven para entender o justificar nuestro compromiso con la obra de Isidro Felipe Acosta, ‘Fiestas tradicionales en el norte de Tenerife’, que de una manera singular, a través de sus fotografías, nos acerca al imaginario festivo de nuestra isla”, añade Gómez León. “Isidro Felipe Acosta es, sin lugar a dudas, un auténtico y singular notario de la imagen de ese imaginario festivo que envuelve el acontecer estacional que va desgranando paso a paso las efemérides religiosas y profanas, en definitiva, el calendario festivo del norte de Tenerife”, valora.