En 1972 nació esta iniciativa que desde 1976 pasó de la ermita a las calles reuniendo a un nutrido grupo de vecinos como actores.

 

El miércoles 25 de diciembre, Día de Navidad, es un día marcado en el calendario del municipio de Los Realejos por lo significativo de la festividad y porque el núcleo de Tigaiga acoge desde 1972 en su ermita y desde 1976 hasta ahora en sus calles la representación de un Belén Viviente a cargo de un centenar de vecinos. La cita dará comienzo a las 18:00 horas con la ambientación y a las 19:00 horas con la primera de la decena de escenas previstas.

Este lunes 23 de diciembre el alcalde de Los Realejos, Manuel Domínguez, el concejal de Fiestas, José David Cabrera, y el historiador y coordinador de la representación, Manuel Jesús Hernández, ofrecieron una rueda de prensa en la que abordaron todos los detalles de esta entrañable iniciativa vecinal que se ha consolidado durante más de cuatro décadas.

Durante meses de preparativos escenográficos, de vestuario y atrezzo e interpretativos, los vecinos de Tigaiga, con la colaboración del Ayuntamiento, se afanan en vestir de tradición su núcleo, a la sombra del risco al que presta su nombre, para reconvertirse año a año por estas fechas en la mítica Belén de más de 2.000 años atrás.

«Sigo admirado por el cariño y dedicación que la ciudadanía de Tigaiga y el entorno, centrada en su Asociación de Vecinos Tigotán y otras colaboraciones, desde los más pequeños hasta los más veteranos, le ponen a esta particular iniciativa donde no faltará la ambientación de época y la distribución de la representación en diversas escenas, como viene siendo habitual, haciéndonos disfrutar de un auténtico viaje en el tiempo», detalló el alcalde.

José David Cabrera hizo mención al componente y desarrollo histórico de esta cita. Desde el año 1972 se iniciaban las representaciones vivientes del Belén en el interior de la iglesia, pero fue a partir de 1977 cuando se sacó a la plaza y las calles del barrio, eso sí, siempre en la jornada del 24 de diciembre, coincidiendo con la Nochebuena, salvo algún año en que la lluvia obligó a aplazarlo, hasta que ya en 2014 se optó por instaurarlo el 25 de diciembre.

Desde entonces, este histórico barrio se transforma cada diciembre para evocar esos bíblicos escenarios en que se desarrolló el nacimiento de Jesús de Nazaret. Tal ha sido la implicación vecinal, buen hacer y repercusión de este montaje amateur, pero cargado de simbolismo y tradición, que en 1991 fue elegido por la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid para representar a Canarias en una exposición de manifestaciones religiosas bajo el título ‘El Auto Sacramental en España’.

Manuel Jesús Hernández agradeció que la Asociación de Vecinos Tigotán le haya encomendado este año la tarea de coordinador la representación, «precisamente a mí, que hace 40 años fui el Niño Jesús de este Belén Viviente y que desde entonces junto a familiares y vecinos del barrio he participado año a año». Destacó junto a las vinculaciones sentimentales «la larga tradición que estamos construyendo y el hecho de que hay garantía de futuro, pues los jóvenes apuestan de manera decisiva por ser partícipes de la representación y por seguir conservándola».

Escenas

La representación del Belén Viviente de Tigaiga se distribuye en 10 escenas que parten desde las calles: Mercado, Huerta, Sueño de San José, Anunciación, Visita a Isabel, Taberna, Romanos, Pastores, Censo y, por último, el Nacimiento (escena final que se concentra en la plaza).