‘+ 30 Mayos’ estará expuesta en la Plaza de Viera y Clavijo hasta el 1 de junio.
La realejera plaza de Viera y Clavijo acogerá hasta el próximo 1 de junio la muestra fotográfica ‘+30 Mayos’, en la que se recogen una treintena de imágenes de gran formato, obra del fotógrafo local Isidro Felipe Acosta, sobre los tres hitos devocionales de sus Fiestas de Mayo, las Cruces y Fuegos, la Romería Regional de San Isidro Labrador y su Lunes de Remedios, las dos primeras declaradas de Interés Turístico Nacional.
Esta exposición pretende ser un homenaje a las mujeres y hombres que han posibilitado, con su devoción y trabajo constante, que estas celebraciones hayan perdurado a lo largo de muchas generaciones y tengan el reconocimiento nacional e internacional que hoy tienen.
Para el alcalde de Los Realejos, Manuel Domínguez, “es un lujo contar con un cronista gráfico de la naturaleza y la etnografía realejera como Isidro Felipe Acosta, que durante décadas ha brindado instantes en papel y en formatos digitales que, casi sin darnos cuenta, van construyendo la historia de un pueblo”. Agrega el edil que “sin lugar a dudas, las fiestas de la localidad más festiva de España y quienes las hacen son una de sus principales fuentes de inspiración y, para nosotros, realejeros y realejeras, una suerte a perpetuidad”.
Según el concejal de Fiestas, José David Cabrera, “esta muestra a pie de calle, fruto de la reinvención de la programación festiva y cultural adaptada a las circunstancias de la emergencia sanitaria, trae a la memoria recuerdos quizá olvidados de quienes han ido forjando la solidez de las Fiestas de Mayo, quienes en estos días se descubren en unas y otras fotografías despertándoles sonrisas y lágrimas, pero, para quienes, como yo, tenemos menos de 30, es una oportunidad única para entender a simple vista eso que durante tanto tiempo viene pasando en Los Realejos cada mes de mayo y que lo hace un municipio diferente y referente en tradiciones y costumbres”.
El autor de la muestra, Isidro Felipe Acosta, enamorado de la fotografía de naturaleza, confiesa que desde que tiene uso de razón, “la festividad de Cruces y Fuegos siempre ha estado presente en mi vida; ya con 13 años subía desde Realejo Bajo hasta las inmediaciones de El Horno para “espichar” cañones al lado de personajes tan arraigados a esta fiesta como Manolo Grillo o Tino “El Pachón”; esa misma noche seguí por primera vez a la Cruz en su peculiar recorrido nocturno y miraba regocijado cómo los músicos de la banda de turno corrían despavoridos cuando las lluvias de aquellos locos voladores salían desde las azoteas de las calles de El Medio y Sol”.
Más adelante, en 1990, recalca Isidro Felipe, “mi primera crónica como corresponsal de la Gaceta de Canarias fue la triste pérdida de una vida en la explosión de la pirotecnia Santa Bárbara, a la que continuaron otros artículos sobre el tradicional “pique” en éste y en periódicos como El Día y Diario de Avisos”. Agrega “en este año, 1990, comencé mi labor como gestor de Relaciones Informativas del Ayuntamiento de Los Realejos y desde ese momento no he dejado ningún año de plasmar con mi cámara los actos más relevantes de las Fiestas de Mayo”.
Han sido, reconoce el autor, “muchos días y noches de festivales y de vigilias ante las cruces; 30 años fotografiando romeras, romerías, noches mágicas como el Lunes de Remedio, ha sido además un auténtico placer plasmar el arte de esos balcones al paso de la romería y emocionarme, porque los fotógrafos también tenemos nuestro corazoncito, con el relevo de la Cruz”. Pero si de pasión hablamos, reconoce el autor de esta muestra, “la tengo por la pólvora, por esos fuegos de artificio que iluminan la noche más mágica del año, ha sido media vida de azoteas en azoteas, de ver cómo disfrutan y lloran de emoción jóvenes y mayores, vecinos de estas dos calles que son Medalla de Oro de Tenerife, y orgullo de Los Realejos”.
Isidro Felipe Acosta ya dio muestra de su pasión por las fiestas tradicionales con la edición en 2018, en colaboración con la Asociación Cultural Pinolere, del libro ‘Las Fiestas tradicionales en el Norte de Tenerife’, en la que en casi 300 páginas hacía un recorrido por cerca de un centenar de fiestas y tradiciones populares de esta comarca de la isla
El fotógrafo realejero recalca que “este patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generación en generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana”.
Gran parte de los expertos en fiestas tradicionales coinciden en que una de las funciones de todo ritual festivo es la de expresar simbólicamente el deseo de integración e identidad colectiva de la comunidad que lo celebra. “A lo largo de estos años he tenido la oportunidad de comprobar de primera mano la tremenda generosidad de todos los “actores“ que hacen posible nuestras fiestas y del orgullo que sienten por ser los elegidos para mantenerlas”, sentencia el Isidro Felipe Acosta.